viernes, 15 de noviembre de 2013

Santa Sofía


Está compuesta por una planta central, los minaretes de los lados no son de la época.
Lo más característico de este edificio es su cúpula de media naranja, que tiene un gran peso que se traslada de hexedra a muros laterales, que son grandes pilares.
En el centro tiene un gran espacio vacío y un amplio diámetro sujeto por pechinas.
Está construida con recursos romanos: se trata de cerámicas alargadas y huecas que se cubren con cadenas que servirán para enlazar los materiales y a continuación, se cubre con cemento que consolidará la estructura final. Esto hace que los materiales pesen menos y se conserve mejor (lleva en pie desde el siglo sexto)
Si observamos el alzado, se puede decir que está formada por un doble cuerpo: tribuna o matronium (donde se situaban las mujeres) sobre naves laterales y a ambos lados por encima de la tribuna la pared continua recta y se abre un amplio cuerpo de ventanas a tres niveles.
Y si continuamos ascendiendo, observamos que la cúpula no tiene tambor, y arranca directamente desde ventanas.
Y si nos referimos a una vista exterior, destacan grandes muretes (estribos) abiertos en zonas laterales que terminan en cúpulas. De esta forma los empujes se van "extendiendo" poco a poco conforme se llega a la base, lo que adquiere una forma "piramidal" que le aporta equilibrio.
La disposición espacial de los elementos está formada por un atrio, que lleva a un nártex, una hexedra, la cúpula otra exedra que se recorren por un eje longitudinal o espacio camino que nos lleva al ábside central.


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